SOBRE LA CONFERENCIA
El Fondo Monetario Internacional y el Ministerio de Hacienda de la República de Chile organizarán una conferencia de alto nivel en Santiago, Chile el 5 y 6 de diciembre de 2014 para examinar con homólogos de América Latina y el Caribe los problemas económicos a corto y largo plazo que afectan a la región. En la conferencia se hará énfasis en la importancia de la estabilidad macroeconómica y el correcto diseño de los marcos de política económica a fin de crear un ambiente propicio para reducir la desigualdad, en un contexto mundial de volatilidad e incertidumbre. Esta conferencia también constituye un momento decisivo en preparación para las Reuniones Anuales 2015 del FMI y el Banco Mundial en Lima, Perú, que son las primeras a celebrarse en América Latina desde las Reuniones Anuales de 1967 en Río de Janeiro, Brasil.
Como se subrayó, entre otras publicaciones, en Perspectivas económicas regionales del FMI, América Latina demostró una notable resiliencia durante la crisis mundial, gracias a políticas macroeconómicas sensatas que reconstruyeron los amortiguadores antes de la crisis. Pero los amortiguadores se han erosionado, y en el futuro la región afrontará vientos adversos debido a condiciones financieras y precios de productos básicos menos favorables a nivel mundial. El manejo de estos riesgos será crucial para sostener el crecimiento y consolidar los avances sociales logrados hasta la fecha y, a la vez, reducir las brechas en materia económica y social con respecto a otras regiones.
Además, mantener y mejorar el crecimiento en el futuro exigirá reformas que fomenten la productividad y garanticen un crecimiento más inclusivo. Escapar de la trampa del ingreso medio requerirá un nuevo modelo en el que los beneficios del crecimiento se distribuyan más equitativamente. En términos más generales, si bien los indicadores macrosociales han mejorado sustancialmente con el tiempo, se han rezagado con respecto a países similares de otras regiones. En particular, la desigualdad sigue siendo elevada, el ingreso per cápita ha disminuido, y el rendimiento educativo es insuficiente a pesar de un gasto público relativamente alto.
